Eric Benjamin Seufert escribiendo para Mobile Dev Demo sobre los cambios recientes de la política de privacidad en la App Store conocidos como App Tracking Transparency (ATT, por sus siglas en inglés):
With ATT, Apple has robbed the mob’s bank. In bolstering its ads business while severely handicapping other advertising platforms — but especially Facebook — with the introduction of a privacy policy that effectively breaks the mechanic that those platforms use to target ads, Apple has taken money from a party that is so unsympathetic that it can’t appeal to a greater authority for redress. Apple has brazenly, in broad daylight, stormed into the Bank of Facebook, looted its most precious resource, and, camouflaged under the noble cause of giving privacy controls to the consumer, fled the scene.
And Facebook is left with little recourse. The company attempted to sway consumer sentiment to its side through an enormously wide-reaching PR campaign, but its efforts there were hobbled by the narrow messaging that was available to it. Facebook couldn’t explain in detail why ATT will harm consumers because, in doing so, it would need to reveal just how it personalizes ads — through observing conversions on third-party websites and apps. So Facebook was restricted to a fairly weak PR strategy, which was to highlight that small businesses would be harmed by ATT. This is true, of course, but it doesn’t invigorate a deep well of compassion from consumers. Does anyone want to acknowledge that their local florist or butcher is personalizing ads to them? Meanwhile, Apple simply had to mention “privacy” whenever objections to ATT were raised and mainstream media outlets rushed to defend it.
Gran análisis que deja abierta las preguntas: ¿entonces privacidad serán todos aquellos datos que se procesen dentro de la plataforma de origen? ¿Una mala práctica de privacidad es cuando el que almacenó los datos en el origen los comparte con un tercero? Esta pareciera ser la definición que Apple está siguiendo dentro de sus propias políticas en la plataforma de anuncios de la App Store. Para una empresa que se define como la protectora de la privacidad, pareciera muy conveniente esta noción. Lo privado, cuando los datos no se comparten con terceros pero sí se venden anuncios con ellos, y lo invasivo, cuando los datos son procesados por terceros.
Coincido con Seufert en que este ha sido el movimiento más sutil que puede dar una estocada mortal a muchos desarrolladores, incluso al mismo Facebook, en una política que atrae beneficios en cuanto a que favorece la imagen de Apple, ofrece nuevos canales de venta de anuncios y pone a Facebook en una posición muy incómoda—al retirarle la capacidad de rastreo y señalarlo como el enemigo de la privacidad. Así que, el llamado de Apple a la privacidad por principio pierde mucha credibilidad, pero apuntala su negocio de servicios y anuncios en pro de la nueva narrativa para convencer a Wall Street.